Quién acudiera a ver a IDLES durante la pasada gira de su último disco «Tangk», se encontraría abriendo la velada a los previamente destacados en esta casa como los “primos lejanos británicos de METZ”. Para aquellas personas que no ubiquen la identidad sonora de los canadienses, o la de otros compañeros de escena con cierta importancia como son Gilla Band, DITZ se podrían definir tomando como referencia a los propios IDLES, encontrándonos con una mezcla de la visceralidad patente en sus dos primeros largos y su inquietud por la experimentación tímbrica que florece en sus 2 últimos álbumes, añadiendo algunas capas extra de atrevimiento a la composición estructural de las canciones y unos toques de oscuridad y frialdad en su tono. O al menos este es el sonido al que hemos llegado ahora: «Never Exhale» consolida la propuesta que partió con una identidad clara en su primer LP «The Great Regression», al mismo tiempo que refleja cómo todavía existe cierto margen que los separa de alcanzar su potencial completo. Apoyando esta percepción existe el hecho de que todas estas canciones se fueron componiendo a lo largo de sus extensas giras por Europa presentando dicho álbum. El resultado final que ha quedado registrado con esta grabación puede diferir de lo que se podría apreciar en su concepción, sufriendo un proceso de ajuste y pulimento a medida que estas canciones se fueron llevando al directo.
Esta banda de Brighton, con su vocalista Cal Francis a los mandos, se define en su página de Bandcamp como “post post-punk”. Si bien podría interpretarse como una mofa de la tendencia que tenemos a querer poner etiquetas que quizá ni siquiera llegamos a entender, la verdad es que no resulta un mal término para definir su mezcla de post-punk y noise (post-)hardcore. Rizando el rizo, también se pueden distinguir trazas de rock industrial y de art punk. En palabras de la propia banda, “el álbum tiene sus raíces en las influencias habituales de DITZ, el noise rock clásico como The Jesus Lizard o Shellac, o el post punk obtuso de The Fall, pero también aporta influencias frescas”. En este sentido, un elemento a tener muy en cuenta y que no pasa desapercibido es la presencia de Seth Manchester a la producción y mezcla, siendo una de la figuras más importantes de la escena noise e industrial actuales, habiendo trabajado con nombres de la talla de The Body, Kristin Hayter (Lingua Ignota), BIG | BRAVE o Model/Actriz. En definitiva, «Never Exhale» demuestra una tendencia continuista fiel a los condicionantes itinerantes existentes durante su escritura, pero mete un par de marchas más hacia sonoridades discordantes.
Y es que más allá de etiquetas y comparaciones, lo que queda claro es que DITZ promete durante 38 minutos lo que el título del álbum sugiere: una tensión constante que sería equivalente a la sensación de respirar de manera incompleta, sin llegar nunca a exhalar, sin margen para la relajación. Esta noción se expresa continuamente a lo largo del tracklist, si bien en el apartado instrumental uno encuentra ciertos matices distintivos entre las canciones que confieren diferentes formas a cómo se presenta esta tensión continua. En el apartado lírico, se manifiesta un hilo conductor alimentado por un existencialismo inquebrantable pero al mismo tiempo controlado o incluso “domesticado” por la cotidianidad.
De hecho, ciertos pasajes con riffs que te podían haber firmado los (ya en exceso) mencionados IDLES invitan a dejarte llevar hasta danzar al ritmo de las melodías propias de esta angustia existencial, como si consideráramos que acogerse a esta realidad es la única forma de disminuir el dolor que esta produce. Una imagen similar que se me viene a la mente que puede reflejar esta simbiosis tóxica es el público que fluye al compás del ‘Zero’ de los Smashing Pumpkins en el episodio de Los Simpsons «Homerpalooza». Esta temática general se ramifica en varios aspectos como el diálogo con nuestra voz interior y el legado de nuestras acciones desde nuestro mundo más cercano hasta el más lejano, el envejecimiento, el odio y división innecesarios entre las personas, la vergüenza, o la cuestión política desde la perspectiva más personal.
Volviendo a hacer referencia a la concepción del álbum durante el transcurso de sus tours, «Never Exhale» arranca con ‘V70’, aludiendo al modelo de coche Volvo V70 que quizá se corresponda con el vehículo con el que se trasladaban de una ciudad a otra. De manera similar a cómo arranca el «Songs For The Deaf» de Queens Of The Stone Age, el oyente percibe cómo nos adentramos en el coche que nos va a llevar en este viaje sonoro. El tema va creciendo poco a poco, metafóricamente similar a la fase de inhalación al respirar, dando cuerda al paisaje sonoro de DITZ como anticipo de lo que vendrá a continuación, antes de un crudo final que conecta directamente con ‘Taxi Man’. Que las primeras palabras con las que el álbum arranca propiamente sean “ I see the taxi man doing taxidermy in the front seat while he’s driving me around ” no hace sino anticiparnos lo que se nos va a venir encima. Para más inri, ante la duda surgida por la incertidumbre que pueda generar este viaje, el estribillo confirma con su “ So I get back into the car and I tell him to keep on driving “ la ausencia de temor frente a lo retorcido, inquietante, sombrío y/o oscuro. Estas sensaciones se confirman a medida que avanza el álbum, como en ‘Senor Siniestro’ y su “ I feel like death, I wonder if he feels like me too “. A todo esto, las baterías y el bajo acompañan a estas ideas sin cese alguno, manteniendo vivo el motor de este coche con su pesada constancia y su tosquedad cortante, respectivamente. Con ‘Four’ llegamos al highlight del álbum, planteándose las cuestiones más ontológicas de esta angustia existencial servidas con un groove espectacular. DITZ también son capaces de reflejar angustia en forma de miedo y misterio, tal y como consiguen en ‘Smells Like Something Died In Here’, que podría perfectamente formar parte de cualquier película clásica de terror de los años 80. ‘The Body As A Structure’, si bien mantiene esa ansiedad más que patente en todos los cortes previos, expresa un cambio “esperanzador” (por definirlo de alguna manera) especialmente perceptible en el apartado vocal, mientras se presenta la idea de la separación de la forma física de su sentido de arraigamiento con la realidad. El álbum llega a su fin con ‘britney’, canción de 7 minutos y medio de duración que de manera épica va construyendo un final apoteósico totalmente cautivador mientras su letra desgrana los versos más vulnerables que nos encontramos en el LP, para desembocar en una quietud sonora que refleja el alivio que surge tras estar más de media hora expuestos a esa intensa tensión que no desaparece hasta que, por fin, podemos volver a exhalar.
[Bandcamp]: ditzband.bandcamp.com
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